Gustavo Lopez octubre 17, 2021 No hay comentarios

Lunes 18-10-2021
Fuente La Nación

Las restricciones a las importaciones achican la oferta de repuestos y provocan subas de precios; las cotizaciones para reparar los vehículos son cada vez más elevadas

Los problemas para importar, ahora profundizados por las nuevas restricciones impuestas por el Banco Central con respecto a la cancelación anticipada de pagos a proveedores del exterior, están causando una nueva dificultad entre las aseguradoras. La falta de repuestos y la suba de precios por la limitación a la oferta conducen a cada vez más destrucciones totales en los siniestros, según sostienen.

La explicación es la siguiente: cuando ocurre un accidente, la aseguradora está obligada a pagar un monto parcial para el arreglo de las partes (siempre de acuerdo con el plan contratado, tope asegurado, las franquicias, la responsabilidad y otras variables). Si el presupuesto de reparación, diseñado por un taller, supera el 80% del valor de lista del vehículo, de acuerdo su modelo y año, el siniestro se cataloga como “destrucción total” y la empresa tiene que indemnizar al cliente o bien reponer la unidad.

Los altos precios de los repuestos y autopartes están causando que las cotizaciones sean cada vez más elevadas y, por lo tanto, que menos autos entren al taller y más clientes demanden la integración completa del valor de su vehículo.

“Cualquier golpe llega a destrucción total muy rápidamente. Es un gran problema para las aseguradoras y también para los asegurados. Antes, un determinado repuesto era un porcentaje del auto, ahora es mucho más. Esto se está viendo en los balances y lo estamos transmitiendo a la Superintendencia de Seguros de la Nación”, admitió Diego Guaita, CEO de San Cristóbal Seguros.

Desde la compañía informaron: “Los componentes electrónicos e importados de los vehículos, sumado al aumento sostenido de su costo (que aumenta con más celeridad e intensidad que el valor del vehículo) hace que sea más fácil llegar al umbral de daño total”.

Para muchas empresas, este fenómeno está generando un problema de solvencia y liquidez. Además, aunque en algunos casos el precio de las primas se disparó hasta un 82%, el promedio de aumentos fue menor a la inflación en 2020. En las aseguradoras describen esta situación patrimonial como “insostenible” y advierten que deberán continuar subiendo las primas por encima del nivel general de aumento de precios.

“En años anteriores las compañías trabajaban a perdida en el resultado técnico (primas vs siniestros) pero la compañías compensaban esos resultados negativos con los rendimientos financieros, los fondos que manejan de los asegurados. En este año, la situación se ha planteado diferente porque hay resultados técnicos que por el 2020, donde no hubieron tantos choques, tuvieron resultados positivos en lo técnico pero en lo financiero fue negativo. Hacia adelante vemos un escenario preocupante porque tanto los técnicos como los financieros se ven negativos”, dijo Julián García, Director Ejecutivo de ADIRA.

La indemnización por destrucción total también genera, a la larga, un perjuicio para el cliente al momento de enfrentarse a una nueva compra de un vehículo. Se están registrando faltantes en autos importados, como el Renault Kwid, el Gol de Volkswagen y el Fiat Mobi, y se espera que se agrave la restricción a la oferta en concesionarias con unidades nacionales debido a las nuevas normativas para importar autopartes. Los insumos del exterior representan un 60% de las piezas de un vehículo. La compra de usados también está presentando problemas vinculados a aumentos de precios frente a un crecimiento de la demanda, motivada por la intención de los ahorristas de resguardar valor.

La falta de repuestos para automóviles afecta principalmente a llantas, neumáticos, autopartes, chips, procesadores, vidrios y pinturas. Muchas reparaciones se encuentran frenadas por la escasez, lo que representa más inconvenientes para las aseguradoras y los clientes, que hace meses esperan el arreglo de sus vehículos.

Compartir esta Nota